Escrito por Padre Eduardo Casas
"En esta estación la naturaleza va desacelerando su ritmo. Prepara el camino para el silencioso letargo del invierno. Se inaugura el tiempo de una suave y frágil belleza, dorada de hojas y ruidos secos que vuelan al viento y se quejan bajo el rumor de nuestras pisadas. Una serena placidez nos espera en cada otoño de tenue luz de miel que asoma y entibia"
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