Quisiera comenzar recordándote esta imagen:
Como ves, se trata de "La Trinidad de la Misericordia", realizada por Caritas Muller (dominica suiza).
En este icono se muestra en tres círculos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, que se inclinan hacia el ser humano.
- El Padre sostiene a éste con sus brazos;
- El Hijo le sirve en el gesto inconfundible del lavatorio de los pies;
- El Fuego del Espíritu alienta y fortalece su actuar conjunto, como expresión inédita del amor.
- Dios comunión.
- Dios es el Padre-Madre,
- el Hijo y el Espíritu Santo en comunión; nadie es anterior o posterior.
Pero, además, no se trata de una comunidad cerrada en sí misma. Toda la creación significa un desbordamiento de vida de la Trinidad entera que se entrega, incluyendo a toda la humanidad en esa misma expresión de amor.
Por eso puede que te sorprenda esta imagen cuyo centro lo ocupa el ser humano roto y herido. Me gustaría que pudieras acercarte a este icono actual, que representa muy bien esta entrega.
- MOMENTO CONTEMPLATIVO
Que intentes acercar la Trinidad a tu experiencia cotidiana, adorando al Dios que toma la iniciativa en el amor y la relación con la humanidad.
Lo que vamos a hacer es, pues, situar en el centro del relato a la propia humanidad rota y herida, la humanidad sufriente, de la misma forma que aparece en el icono de la Trinidad de la misericordia, como expresión del mismo Dios manifestado en Jesús, volcado en lo más pequeño y débil de la sociedad…
Trae a la oración a la humanidad sufriente, que día a día se te confía…
A la que convive con vos y es parte de tu “paisaje cotidiano”...
A la que te encuentras fuera de tu casa y ya se te ha hecho “paisaje conocido”...
A la que te habita interiormente –lo herido en tu corazón-
Quédate, adorando a este Dios Trinitario, que te invita a formar parte de “esta comunidad de misericordia”…
Y recuerda que a Dios ≪no le resulta ajeno nada de lo humano≫…