sábado, 27 de abril de 2013

¿Cómo sabré si soy tuyo, Jesús?

Escrito por Diego Fares -sj-
Bastará que te Examines en el Amor...

Si es mi Amor el que te mueve y atrae, lo reconocerás en cosas como estas:
  • Si es mi Amor, te moverá a amar a todos, venciendo suavemente, una y otra vez, todos los peros y condiciones que pone tu amor propio.
  • Si es mi Amor, te impulsará irresistiblemente a salir de vos e ir a los demás.
  • Si es mi Amor, no te dejará en paz hasta que confieses y sientas lo lindo que es pedir perdón, lo lindo que es desenojarte, comenzar de nuevo y poder reírte de vos mismo y sonreír al que mirabas con el ceño fruncido.
  • Si es mi amor, en vez de cerrarte al ver el sufrimiento de los demás, se te enternecerá el corazón y no podrás sino ayudar y dar.
  • Si es mi Amor, hará que te asombres de vos mismo al constatar que a pesar de todas las desilusiones, volvés a tener esperanzas.
  • Si es mi Amor, sentirás el movimiento secreto de la vida cuando trabaja por reconstituir lo herido y sana milagrosamente todos los desgarrones.
  • Si es mi Amor verás cómo reparara tus fuerzas: te volverás incansable, con las ganas intactas a pesar de la fatiga…
  • Si es mi Amor, te sorprenderás de no sentir envidia, podrás ver cómo alguien es aplaudido y vos, en vez de compararte, te alegrás en el bien y aplaudís también de corazón.
  • Si es mi Amor, no podrás creer cómo es que estás creyendo, qué es lo que viste en el otro que a pesar de todas las evidencias, volvés a confiar en él, en lo que el Señor puede hacer en él.
  • Si es mi Amor, constatarás el milagro que hace con el tiempo: de golpe tu corazón se ensanchará y experimentarás cómo la paciencia extiende sus brazos al futuro y lo abraza de manera tal que no lo suelta y lo que es ahora defecto ya está enlazado a su perfección futura.
  • Si es mi Amor el que te mueve y atrae, se te despertará un sentido nuevo –el de mi presencia-; aprenderás a reconocerme en todos los rostros y a sentir cómo entro y salgo, en un instante, en las situaciones de “puertas cerradas”, y mi presencia despalanca las trabas y abre puertas.
  • Si es mi Amor, te llevará a mis ovejas y de mis ovejas te traerán de vuelta a Mí y sin darte cuenta entrarás y saldrás de la oración a las cosas y de las cosas a la oración.
  • Si es mi Amor, verás cómo da gusto comenzar a romper, a medida que van saliendo, todos los pagarés que tenías guardados: a este no le cobro, aquella deuda está olvidada, esto ni sé de qué se trataba…, hasta que sentís que salís a la calle sonriendo interiormente y, aunque nadie te pregunte por qué estás contento, vos te decís a vos mismo: soy uno/a quien nadie le debe nada.
  • Si es mi Amor, te darás cuenta porque se te transformará el interés de la mirada. En vez de buscar ofertas, se te irán los ojos hacia mis ovejitas perdidas.
  • Si es mi Amor el que te atrae y te dinamiza, los otros se darán cuenta: reconocerán que no sos sólo vos, sino que somos dos, Yo y vos, mi discípulo. Y les dará ganas de experimentar.

domingo, 21 de abril de 2013

Buen Pastor...




Para escucharla: http://cfones.bandcamp.com/track/buen-pastor
Canción de Cristobal Fones -sj- Chile


Bajando los montes me ves, pastor fiel; 
conoces mis manos, conoces mis pies. 
Cautivo en mis miedos, me pierdo de ti, 
puerta siempre abierta de un solo redil. 

Contigo a mi lado ya no temo más, 
por verdes praderas me llevas a andar, 
confío mi vida, enséñame a amar; 
firme es tu cayado, camino de paz. 

Dame tu alegría, Señor, toma mis temores, 
guía tú mi senda, buen pastor, 
lléname de vida; reconozco hoy tu voz. 

Cada vez que llamas te escucho, pastor: 
"sigue mis pasos: justicia y amor". 
Los cercos se abren, liberador. 

Dame tu alegría, Señor, cárgame en tus brazos, 
guía tú mi senda, buen pastor, 
lléname de vida; reconozco hoy tu voz...

sábado, 20 de abril de 2013

SABOREAR LA RESURRECCIÓN...

Queridos amigas y amigos de ESPIRITUALIDAD COTIDIANA,  siguiendo con nuestro camino Pascual, me pareció lindo, que pudiéramos tomarnos unos minutos para sentir y gustar , es decir, animarnos a saborear  la Resurrección en nuestra vida, para que la Vida en Abundancia que el Pastor Bello, -que en una  traducción mas fiel en griego es kalos que se traduce mas fielmente como Bello-, nos regala siga haciendo de cada uno de nosotros hombres y mujeres abandonados en la Manos del Padre, sabiendo que es el mejor lugar en el que podemos descansar...                                                                                                                                  

El texto que les dejo, es de Ana María Días, psicóloga chilena.

  • Saborear la Resurrección de Jesús quiere decir aventurarse con valentía en nuestra geografía interna, reconociendo, aceptando, integrando y renovando todo lo que somos, experimentando el gozo de creer que es posible vivir nuestra intimidad sin fracturas.
  • Saborear la Resurrección de Jesús quiere decir volver a aceptar todos los vínculos en los que la vida nos ha tejido, revitalizando, nuestra fe en el gozo de amar y en la urgencia de PERDONAR.
  • Saborear la Resurrección de Jesús quiere decir renovar nuestra fidelidad a nuestros sueños. Ello nos permite refrescar las esperanzas y volcarlas en una incansable búsqueda por expandir LA FRATERNIDAD, LA JUSTICIA, LA BONDAD, LA VERDAD, EL BIEN Y LA BELLEZA.
  • Saborear la Resurrección de Jesús quiere decir fortalecer las certezas y las convicciones mas hondas, las mismas que nos ponen a salvo de los riesgos de la rutina, el ritualismo, la superficialidad ingenua o de la amargura y el rencor del fracaso.
  • Saborear la Resurrección de Jesús quiere decir gozar la calidez de aquella PRESENCIA PATERNAL que nos vuelve a depositar amorosamente en la vida, que nos quiere VIVOS, cuyo amor nos precede, y en el que siempre podremos saciar nuestra necesidad de confiar en ver sanar todas nuestras heridas, tanto íntimas e individuales como públicas y colectivas.
Ana María Días, Psicóloga Chilena

sábado, 13 de abril de 2013

¿Me amas más...?

Escrito por Mariola Lopez Villanueva- RSCJ-

“ Poco después, Jesús  se apareció otra vez a sus discípulos junto al lago de Tiberiades . Y nombrando a los discípulos,  poniendo de relieve el ser único y diferente de cada uno: “salieron juntos y subieron a una barca pero aquella noche no pescaron nada”. En las noches en que no pescamos nada, que son muchas, cansados de nosotros mismos; queriendo tener el valor de cambiar, echando sin esperanza las redes porque nos puede lo que ya sabemos de nosotros y de los demás, lo que creemos acaba casi siempre pasando...Y es ahí precisamente, en esas noches del mundo y de nuestra vida donde Él viene por donde menos lo esperamos. “Al clarear el día se presentó en la orilla del lago, pero los discípulos no se dieron cuenta de que era él” .

Se acerca a nosotros  preguntando, no imponiendo, ofreciendo, sugiriendo. Se acerca como un pobre, se acerca sin avisarnos para decirnos que tiene hambre de nuestras vidas: “ muchachos, ¿tienen algo que comer?”. Pero ¿no es él el único alimento que puede saciar definitivamente el hambre desmedida de nuestro corazón? ¿Cómo siendo el Dador nos pide? Es su manera de hacerse presente, haciéndonos valiosos para él, pidiéndonos  a nosotros.

“ Les dijo: echan la red al lado derecho de la barca y encontraran. Ellos la echaron, y la red se lleno de tal cantidad de peces que no podían moverla”. Entonces, fiados de su Palabra, nos viene esa sobreabundancia por la que le reconocemos, lo descubre  primero el que se ha dejado querer más:  “¡ Es el Señor !”. El  que abre la noche  y aguarda discreto para servirnos a la mesa. “ Al saltar a tierra, vieron unas brasas con peces colocados sobre ellas y pan. Jesús les dijo:  traigan ahora alguno de los peces que han pescado y vengan a comer”

Y ya no necesitan preguntarle quién es. Después nos hará aquella pregunta que realmente le interesa: “¿me amas más que estos? ”. Nos insiste tantas veces como las que nosotros nos olvidamos de él. “¿Me amas?”, le preguntará tres veces a Pedro para sanar sus heridas, para poner misericordia y gozo en el espacio donde había crecido la culpabilidad. El pecado no tiene historia, el amor de Dios en nuestra vida sí. En realidad le está  diciendo a Pedro: “déjate amar hasta el fondo, para que mi amor te cruce y te estalle ante cada rostro. Déjate amar para que puedas, como el Único Pastor Bueno, amar a las menos amadas: fortalecer a las débiles, curar a las enfermas, vendar a las heridas, recoger las descarriadas. No dejar que se pierdan sin salir a buscarlas, cuidarlas para que no sean presa de las fieras salvajes, que no vaguen sin rumbo y sin sentido” (Cf Ez 34). Es el Señor mismo el que sigue su rastro para liberarlas y le dice a Pedro, y a nosotros, “sé para ellas lo que yo he sido para ti. Quiérelas con un amor de madre”, que es un amor que va a dolernos...

 Tú lo sabes todo, Señor, tu sabes que pobre y apasionadamente queremos amarte. ¿A quién vamos a ir? Tu eres el Señor de las noches en que no pescamos nada, el Señor de las preguntas, el que nos abres a un futuro sorprendente desde cualquier situación. El Jardinero, el Desconocido herido, el Mendigo que nos pone en movimiento y nos lanza hacia los otros; regalándonos el contento y el gusto de existir.

El dinamismo de esta energía de vida imparable que atraviesa la historia se llama Resurrección. Se prendió el fuego que anhela arder en el Corazón del Mundo               (Lc 12, 49). Dejémonos quemar sin miedo, en él están nuestra alegría y nuestra paz..