sábado, 29 de mayo de 2021

Fiesta de la Trinidad... Invitados, a ese Círculo de Amor Gratuito...



Escrito por Mariola López Villanueva -RSCJ-

Lo que más emociona de esta fiesta es sentir que estamos invitados, que en ese Círculo de Amor gratuito hay un lugar que requiere ser habitado por cada uno de nosotros. Los padres capadocios, allá por el Siglo IV, fueron los primeros en esbozar qué significaba que nuestro Dios es relación de Personas, una relación creciente, multiplicadora, creativa…cuyo movimiento provoca una atracción salvífica. 

El Amante, el Amado y el Amor, nos invitan a formar parte de ese entramado relacional, a aprender los pasos de su danza, a sorprendernos una y otra vez por esa capacidad terapéutica del amor, que sana y embellece allí donde se posa. 


La Trinidad nos vincula a cada ser que respira, nos enseña que no podemos ser felices solos y nos alienta para que todos nuestros intentos, aún los de mayor torpeza, sean siempre bienvenidos; pues amar es algo que sólo podemos aprender amando...
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Les comparto también este texto escrito por Miguel Tombilla

Lo que celebramos en la Trinidad no es solo un misterio, algo que no se puede comprender por la sola razón. Sino que celebramos el gran amor de un Dios que se hace fecundo porque ama sin medida. Fecundidad amorosa que engendra al Hijo y que por el Espíritu sigue actuando en la historia.


Creación abierta que también espera planificación, que está anhelando también la vida en plenitud.

Dios fecundo en si mismo y de cara a los demás. Hacia dentro y hacia fuera. En un fuera que ya es dentro y viceversa. Todo amor, entregado, extendido, compartido.

Trinidad de amor, de creación, de historia, de esperanza de un presente que ya es futuro y pasado que ya es salvación.

sábado, 22 de mayo de 2021

La Casa de Pentecostés es Casa de Oración...



La casa de Pentecostés

 Escrito por Javier Albisu , de su libro: "Cuando Jesús entra en casa".

“La casa de Pentecostés es casa de oración, donde se ora intensamente. A medida que ora el corazón se hace más dócil a la acción de Dios. Más se prepara para ser llevado por el viento del Espíritu…como un barrilete. Ser llevado por el viento del Espíritu no es ser llevado por cualquier viento.

Es ejercer responsablemente la propia libertad. Es ser fiel a lo que se siente como el llamado más auténtico y verdadero de uno mismo. Es confiar en Aquel que nos tiene de su mano, para ofrecerle con soltura nuestra vida y permitirle que nos lleve a corrientes de aire más altas, a un grado de santidad más alto. Esto es algo que el Señor lo va consiguiendo con nosotros, de a poco. Nos va confiando más a medida que nos ve crecer en confianza.

Quien quiere volar alto debe tener preparado un carrete u ovillo grande hilo…Si el crédito que le ofrecemos a Dios es cortito, poco podrá elevar nuestra medida. Volaremos bajito. Si Dios tiene en sus manos el ovillo de nuestra vida, todo nuestro rollo, podrá hacernos levantar. Para que el barrilete se eleve necesita una estructura que lo sostenga (un par de maderas cruzadas); así también para que un corazón que ora se eleve, necesita la forma y consistencia de la propia cruz. Desde la propia cruz oraba Jesús y nos enseña a ser levantados en alto. El corazón que ora como el barrilete, aprende que el viento es una fuerza que bien puede servir para elevar como para hundir. Hay ciertos vientos que nos empujan supuestamente ”a favor” y no hacen sino hundirnos. Y es que no se levanta vuelo con viento a favor. Se levanta con viento en contra. Cuando vemos que la situación es adversa sentimos que no avanzamos, pero en realidad, lo importante es avanzar, lo necesario hasta elevarnos por encima de la situación.

Si hacemos frente al viento movidos por la gracia que nos sostiene, nos ponemos por encima. Si nos achicamos, atendiendo sólo a su intensidad, nos venimos abajo. ¿Cuántas veces nos hemos preguntado por qué el Señor nos hace avanzar viendo que todo se nos viene en contra? Y es como él conoce de vientos, sabe que es la oportunidad para hacer que el corazón se levante y tome altura. El ponernos a la altura de las situaciones lo consigue el Señor. Si bien el barrilete planea sostenido por el viento, no debe olvidar que tanto la altura como el tiempo de vuelo lo dosifica con sabiduría quien lo tiene de su mano. "El que se eleve será abajado y el que se abaje será elevado”. No debemos olvidar que si estamos por encima de muchas situaciones es por la mano del Señor que nos tiene aferrados.”

domingo, 2 de mayo de 2021

Permanecer en Jesús y ser sus amigos...

-Escrito por Jean Vanier-

"El fruto es la vida que debemos derramar sobre los otros. Pero no somos nosotros quienes damos vida, no es tampoco sólo Jesús, somos nosotros y Jesús, Jesús en nosotros y nosotros en Jesús. No podemos distinguir lo que es de Dios y lo que es nuestro. Es la vida del Espíritu fluyendo a través de cada uno de nosotros, enriquecida por los propios dones, por quienes somos –nuestra identidad- y por nuestra misión particular. La magnificencia de Dios es dar vida en y a través de nosotros. Dios no quiere actuar Él solo directamente en los corazones: Dios nos necesita como mediadores e instrumentos de su gracia. De esta manera, participamos en la creatividad de Dios dando vida. 

Permanecer en Jesús y ser su amigo

¿Qué significa permanecer en Jesús? Aquí tenemos una palabra clave “permanecer” o “morar”. Los primeros dos discípulos le preguntaron a Jesús: ¿Dónde vives? Y fueron se quedaron con Él. Jesús había dicho a los discípulos que si comían su cuerpo y bebían su sangre, habrían de morar en Él y Él en ellos. En este texto de Juan nos revela: 

“Yo los he amado a ustedes como el Padre me ama a mí: Permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como Yo permanezco en el amor de mi Padre, guardando sus mandatos” (Jn 15,9-10). 

Permanecer o morar en Jesús es hacer nuestro hogar en Él y dejar que Jesús haga su hogar en nosotros. Nos sentimos en casa con Él y en Él. Es un lugar de descanso y de presencia recíproco, en un lugar de vida y creatividad. Permaneciendo en Él, damos fruto y damos vida a los demás. Vivimos en una mutua morada. Esta morada es amistad. 

La fuente de nuestra amistad con Jesús es la unidad entre Él y el Padre. Así como el Padre ama a Jesús y se entrega al Hijo, Jesús nos ama y se nos entrega…

sábado, 1 de mayo de 2021

Bienaventuranzas para el DÍA del TRABAJADOR


BIENAVENTURANZAS PARA EL DÍA DEL TRABAJO
Escritas por el P. Eduardo Casas.


Benditos los que ofrecen y comparten trabajos a sus hermanos.

Benditos los que trabajan digna y honestamente.

Benditos los que trabajan por la paz.

Benditos los que trabajan para que siempre haya trabajo para todos.

Benditos los que trabajan por la justicia y trabajan justamente.

Benditos los que luchan para que se destierre la desocupación
y la manipulación de las personas.

Benditos los que trabajan con las manos, la cabeza y el corazón.

Benditos los que trabajan por amor a los demás.

Benditos los que trabajan por mantener y cuidar a sus familias. 

Benditos los que se sacrifican duramente en sus trabajos.

Benditos los que trabajan y disfrutan.

Bendito seas Jesús que trabajaste por nosotros. 

Amén.