domingo, 31 de agosto de 2014

Una hermosa propuesta: "Un olivo por la Paz" = Papa Francisco y Plim Plim -

Una linda propuesta para hacer con los mas chiquitos... y con los que deseamos hacer crecer en nuestro interior un corazón de niño...
                                            



sábado, 30 de agosto de 2014

“Yo Quiero Servir a Jesús”... un Testamento Espiritual...


Amigos de ESPIRITUALIDAD COTIDIANA, les comparto el Testamento Espiritual del ministro católico paquistaní Shahbaz Bhatti, ministro de las Minorías del gobierno de Pakistán, católico, asesinado el 2 de marzo de 2011, que se animo a seguir a Jesús abrazando la Cruz...
Un testimonio fuerte y conmovedor para estos tiempos...

“Yo Quiero Servir a Jesús”...

"Me han propuesto altos cargos de gobierno y se me me ha pedido que abandone mi batalla, pero yo siempre lo he rechazado, incluso poniendo en peligro mi vida. Mi respuesta siempre ha sido la misma: "No, yo quiero servir a Jesús como un hombre normal".

Este amor me hace feliz. No quiero popularidad, no quiero posiciones de poder. Sólo quiero un lugar a los pies de Jesús. Quiero que mi vida, mi carácter, mis acciones hablen por mí y digan que estoy siguiendo a Jesucristo. Este deseo es tan fuerte en mí que me consideraría un privilegio el que, en este esfuerzo y en esta batalla por ayudar a los necesitados, a los pobres, a los cristianos perseguidos de Pakistán, Jesús quisiera aceptar el sacrificio de mi vida. Quiero vivir por Cristo y quiero morir por él. No siento miedo alguno en este país.

Muchas veces los extremistas han tratado de asesinarme o de encarcelarme; me han amenazado, perseguido y han aterrorizado a mi familia. Los extremistas, hace unos años, pidieron incluso a mis padres, a mi madre y a mi padre, que me convencieran para que no continúe con mi misión de ayuda a los cristianos y los necesitados, pues de lo contrario me perderían. Pero mi padre siempre me ha alentado. Yo digo que, mientras viva, hasta el último aliento, seguiré sirviendo a Jesús y a esta humanidad pobre, que sufre, a los cristianos, a los necesitados, a los pobres.

Quiero decirles que me inspira mucho la Sagrada Biblia y la vida de Jesucristo. Cuanto más leo el Nuevo Testamento, los versículos de la Biblia y la palabra del Señor, más se reafirman mi fuerza y mi determinación. Cuando reflexiono en el hecho de que Jesucristo lo sacrificó todo, que Dios envió a su mismo Hijo para redimirnos y salvarnos, me pregunto cómo puedo seguir el camino del Calvario. Nuestro Señor dijo: "Ven conmigo, carga tu cruz, y sígueme". Los pasajes que más me gustan de la Biblia dicen: "Tuve hambre,  y me diste de comer; tuve sed,  y me diste de beber; era forastero,  y me acogiste; estaba desnudo,  y me vestiste; enfermo, y me visitaste; en la cárcel,  y viniste a verme". De este modo, cuando veo a personas pobres y necesitadas, pienso que detrás de sus rasgos se encuentra Jesús, que me sale al paso.

Por este motivo, siempre trato de ayudar, junto con mis colegas, para llevar asistencia a los necesitados, a los que tienen hambre y sed".
Shahbaz Bhatti

Este documento fue publicado en Italia en el libro "Cristianos en Pakistán. En las pruebas la esperanza"  Marcianum Press, Venezia.

En estos días el Papa Francisco, recibió a su familia. Para ver la nota hacer clik:

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Algunas preguntas para ayudar a la oración...

¿Qué le dice a tu fe, este Testamento Espiritual?
¿Qué le dice a tu seguimiento de Jesús?

jueves, 21 de agosto de 2014

¡¡Feliz día del Catequista!! = Palabras del Papa Francisco, cuando era Mons. Jorge Bergoglio a los Catequistas...

Cuando el Papa Francisco era Mons. Jorge Bergoglio s.j., una vez al año tenía un encuentro estrechamente cordial con los catequistas de la Arquidiócesis de Buenos Aires, ya sea mediante la predicación en la misa del EAC (Encuentro Arquidiocesano de Catequesis) o a través de una carta difundida el Día del Catequista. 

Hoy recuperamos algunos párrafos de estos mensajes:

"Al agradecerte todo lo que hacés por la Catequesis, le pido de corazón al Señor que te rejuvenezca con su gracia, ya que la renovación de la pastoral y de la catequesis no dependerá "de grandes programas y estructuras, sino de hombres y mujeres nuevos que encarnen dicha tradición y novedad, como discípulos de Jesucristo y misioneros de su Reino." (DA 11)

En nuestra tarea evangelizadora Dios nos pide que acompañemos a un pueblo que camina en la fe. Por eso el Señor nos regala rostros, historias y búsquedas... Y siempre nos hace bien recordar que ese niño, joven o adulto que Dios pone en nuestro camino, no son vasijas que demos llenar de contenidos o personas que debemos conquistar. El Señor ya habita en sus corazones, ya que El siempre nos precede, nos "primerea". Nuestra tarea será simplemente ¡y nada menos! ayudar a develar, a explicitar la Presencia de Aquél que ya está y tiene el poder de hacer plena toda vida. Misión hermosa, ministerio de la Palabra que los catequistas realizan ininterrumpidamente desde hace casi dos mil años. Servicio eclesial que reconoce muchas formas y diversos lugares. Por todo esto, ¡gracias y ánimo! Y no dejen de estar al servicio del santo pueblo fiel de Dios…

Un pueblo que necesita de testigos antes que maestros. Hagan que la catequesis sea transversalmente kerygmática, para que el proceso y maduración de la fe tengan la frescura del encuentro con Aquél que, a través de la Iniciación Cristiana, te consolida como discípulo misionero.

                                            Buenos Aires, 21 de agosto de 2007

jueves, 14 de agosto de 2014

Una mujer que Enseña a Ensanchar el Horizonte de la Misión...


Escrito por Mariola Lopez -RSCJ-

Contemplamos a Jesús en su encuentro con una mujer no judía, extranjera para él. Es un diálogo entre Jesús y una mujer sin nombre de origen pagano procedente de Tiro y Sidón, un lugar no querido para los judíos. Lo único que sabemos de ella con certeza es que busca desesperadamente a Jesús porque tiene endemoniada a su pequeña. A la mujer la mueve la supervivencia de su hija y le pide a Jesús que la cure…es un cara a cara entre ambos. Marcos señala que Jesús para pasar desapercibido entra en una casa pero no puede permanecer escondido. Esto nos da la señal de que la mujer estaba expectante, vigilante; urgida por la enfermedad de su hija atormentada. Es muy alta su calidad de atención.

La mujer toma la iniciativa de acercarse y postrarse a sus pies; es una actitud de reverencia y de confianza. A pesar de su condición de mujer pagana y extranjera, que le prohibía acercarse a un judío, corre el riesgo de alzar su voz y suplica la curación de su hija.

Vamos a detenernos en el cuerpo de esta mujer, en su postración, en tantos cuerpos curvados y postrados en nuestro mundo. Esta mujer más que con sus palabras, habla a Jesús con la expresión de su cuerpo, postrado, como los cuerpos de muchas mujeres a lo largo de la historia. Esperaríamos que, como ya ha hecho en otras ocasiones, Jesús se ponga en camino y atienda esta petición, que acompañe a la mujer hacia donde se encuentra su hija enferma. La respuesta que Jesús le da nos sorprende: “Deja que primero se sacien los hijos”… en el paralelo de Mateo (15, 21-28) dice más explícitamente: “Dios me ha enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo Israel”...Nos sorprenden estas palabras de Jesús porque estamos acostumbrados a creer que Jesús lo tenía todo claro y resuelto en su corazón, y vemos cómo aplaza lo que le solicita la mujer, entonces , Jesús inicia una conversación en la que la mujer escucha que se pospone su petición porque es pagana, alejada de la cercanía de Dios y del templo. «No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos» (Mc 7, 27). La negativa de Jesús como judío parece clara, sería injusto privar del pan «a los hijos» para dárselo a los extranjeros. Y tendrá que ser esta mujer desconocida quien le enseñe a ensanchar el ámbito de Dios, y a dejar a un lado sus prejuicios judíos. En boca de esta mujer pagana va a poner Marcos el tratamiento de «Señor» (kyrie) dirigido a Jesús. Él todavía no le ha reconocido su dignidad, pero ella se adelanta a hacerlo con él y ve, y espera, más allá del momento presente. Las respuestas desconcertantes de Jesús no la desaniman, no se va a encoger ni a callar, porque quiere lograr a toda costa la curación de su hija, tiene un motivo mayor, no se busca a sí misma. Ella no se deja vencer por su condición de extranjera ni por lo que la situación encierra de desprecio y responde con humildad, audacia y sabiduría: «también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de los amos» (Mc 7, 28).

Esta mujer cananea, convertirá a Jesús, le descubrirá hasta dónde iba a dilatarse la fecundidad de su vida entregada, le ensanchará el horizonte de su misión. Jesús, no sólo ayudó a una mujer necesitada y a su pequeña, sino que experimentó la alegría del don que ellas, en su pobreza, le daban a él. Esta mujer extranjera y pagana- ¡quién lo diría!- había enseñado a Jesús a volverse un poco más hacia la novedad de Dios, y hacia el misterio los otros. Abrió en él esa brecha de la inclusividad que se iría dilatando cada vez más. Le descubrió que los hijos e hijas preferidos de Dios son precisamente los más necesitados, los más pequeños, los que no cuentan, los sin nombre. Jesús ha sido confrontado por la sabiduría humilde de estar mujer.

sábado, 9 de agosto de 2014

La Fe es el Don que Emana una “Luz Prestada”...


Escrito por Padre  Eduardo Casas

La “claroscuridad” que tiene la fe no se origina –necesariamente- por las crisis que pasamos. Lo que sucede es que cuando estamos en una de esas crisis, la fe se nos opaca aún más y el cielo interior del alma pareciera más desolado, cerrado y oscuro. Las crisis de fe son como las “tormentas” de ese cielo que llevamos dentro.

Las crisis forman parte del crecimiento de la fe. La hacen madurar, “re-acomodarse” y “re-adaptarse”. También existen quienes nunca pasan por profundas crisis que movilizan y desestabilizan su fe.

La fe no necesariamente tiene que pasar por diversas crisis pero, tampoco, necesariamente las excluye. Lo fundamental de una fe viva es que crezca y madure. Algunos, para lograr eso, necesitan pasar por distintas crisis; otros no.

No hay que identificar la oscuridad de la fe con las crisis de fe, las cuales sólo intensifican, subrayan o aumentan esa penumbra esencial que ella tiene. Sin embargo, las crisis no le agregan nada esencial. La fe –con o sin crisis- es penumbra y oscuridad. Su luz viene de otro sol que alumbra, el cual no podemos ver directamente sin quedar enceguecidos y encandilados. La fe es el don que emana una “luz prestada” que no le pertenece, la luz siempre viene de Dios.

En las crisis de fe, tenemos que discernir verdaderamente si es la fe la que muestra su penumbra habitual o si dicha oscuridad viene de otras sombras. En las crisis, la sensación de encierro y ceguera es mayor; sin embargo, esto no siempre es por la fe sino por el propio camino de crecimiento al que Dios nos está invitando transitar.

PREGUNTAS PARA AYUDAR en la ORACIÓN:
  • ¿En este tiempo cómo está tu fe?
  • ¿Tiene una suave penumbra o está pasando por un nublado que  lo ennegrece todo?
  • ¿Sientes que las crisis son una ocasión privilegiada para crecer y un desafío para madurar o, por el contrario, te sumergen en un sótano sombrío del cual no puedes salir?
  • ¿En la noche de tu corazón: encuentras a Dios o sólo hallás una densa oscuridad  en el monologo de tus soledades?

viernes, 8 de agosto de 2014

¡¡ No te la pierdas!! Entrevista al Papa Francisco, en una Radio en Campo Gallo, en Santiago del Estero

Entrevista al Papa Francisco, en una Radio en Campo Gallo, en Santiago del Estero, por dos sacerdotes que fueron enviados por el entonces Cardenal Jorge Bergoglio, como misioneros...

sábado, 2 de agosto de 2014

Dios es «Exigente» en Dar...

Escrito por Alesandro Pronzatto

Dios es «exigente» en dar
El Señor distribuye sus invitaciones con extraordinaria generosidad.
Se espera a «todos». A nadie se excluye.
No hay que llevar nada. A no ser hambre y sed.

En el fondo, no se nos pide nada más. La única condición es tener necesidad. El único título, el deseo.

Ni siquiera está prohibida la insatisfacción, sino todo lo contrario... Después de tantas búsquedas parciales o inútiles, después de haber coleccionado tantos sucedáneos, tendrá que llegar el momento de decidirnos a acudir directamente a la fuente.

Quizás nos cueste trabajo aceptar esta idea de un Dios que nos pide solamente que nos acerquemos a él para recibir.

Cuando se habla de una relación religiosa, pensamos inmediatamente en lo que tenemos que dar, en las prestaciones a las que nos obligamos.

No se nos ocurre pensar que la actitud fundamental es la disponibilidad para «dejar que nos den».

Y cuando se nos ofrece algo, en el ámbito de lo sagrado, instintivamente echamos mano al bolsillo. Pero Dios es gratuito.