sábado, 29 de noviembre de 2014

Les Anuncio una Buena Noticia: el Adviento va a Comenzar!!


Escrito por Carmen Herrero Martinez, Fraternidad Monástica de Jerusalén, (FRANCIA)

ANUNCIO DE ADVIENTO 2014

Alcen la vista, abran los ojos, despierten, oteen el horizonte, porque Dios viene.
Dense cuenta del momento. Aviven el oído para escuchar los susurros, los gritos, el anuncio de la Vida que va nacer.

En el seno de María, crece el germen de un mundo nuevo: el Hijo del Dios encarnado, el Emmanuel, el Dios-con nosotros.

Con el Adviento, amanece la esperanza en el horizonte, en el corazón de todo creyente; porque de los cielos llueve el rocío de la justicia, de la paz y del amor: Dios se ha encarnado en una doncella, hija de Israel, a la que todas las generaciones llamarán “Bienaventurada” porque ha creído en el anuncio del ángel.

Al fondo, se percibe ya la Navidad: una Navidad gozosa, íntima, fraterna, serenada, pacífica y solidaria.

Para algunos también será una Navidad superficial, triste, desgarrada, incluso violenta, pero siempre “esposada”, unida a la esperanza. La esperanza, esa “niña” que habita en lo más profundo del ser humano, es la que nos mantiene firmes ante la espera de que un mundo mejor es posible.

  • El Adviento, es llama de esperanza, llama ardiente que atraviesa el espesor de los tiempos y de las tinieblas. Llama que alumbra el camino del peregrino vacilante, perdido en la encrucijada de los caminos y del tiempo.
  • Adviento, un camino solidario que da la mano al extraviado y al cansado; abraza al solitario y abandonado; consuela al triste, visita al enfermo, al extranjero y al encarcelado; da pan al hambriento y agua al sediento.
  • Adviento se “esposa”, se une con la Humanidad sedienta de verdad, de justicia, de paz y fraternidad.
  • Adviento, contenido de gozosa y buena nueva: ¡María está embarazada! una gestación de ternura y esperanza le acompaña. ¡Dios visita a su pueblo! Dios se hace uno de nosotros, para hacernos semejantes a Él. Estén alegres, se los suplico, estén alegres, el Señor viene y planta su tienda entre nosotros dándonos el poder de ser hijos de Dios.

Isaías grita lleno de esperanza: “Caminemos a la luz del Señor. Preparen los caminos del Señor, para que todo el mundo contemple la salvación de Dios” (Is. 40, 3).

Con la esperanza de todos los pobres de Yahvé y los pobres de todos los tiempos, pronuncia María su Fiat: “Hágase en mí según tu palabra” Lc 1,38). Y el Verbo se encarnó y habitó entre nosotros, colmando todo anhelo de libertad y salvación.

Alégrense, salten de júbilo, pónganse el traje de fiesta, perfúmense con perfumes exquisitos de buenas obras, para recibir a su Dios que viene.

Aviven la alegría, el júbilo y la fiesta. ¡Preparen el camino! Ya llega nuestro Salvador, nuestro Dios.

"Él está a la puerta y llama, si le abres, él se sentará a la mesa y cenara contigo” (Ap. 3,20).

¡Ora, contempla, acoge la Vida! Y con ella, celebrar la Navidad, la fraternidad solidaría. ¡Entonces, será Navidad!
Fuente:  ECLESALIA

Te deseo un fecundo Adviento!!!

sábado, 22 de noviembre de 2014

FIESTA de CRISTO REY = El juicio de Este Rey nace de una Misericordia de Misericordiosos...

Cristo Rey del Universo
Escrito por Miguel Tombilla

Se termina el año litúrgico con esta fiesta cargada de tintes de realeza. Este describir a Cristo reinando en todo, como anticipación de lo que va a ser cuando todo sea recapitulado en Él.

Pero todo ello se puede entender de muchas maneras: desde ese poder absoluto de una victoria apabullante que no deja lugar a dudas y que puede llegar a tener tintes de revancha; o, quizás, desde el Evangelio de este día.

Evangelio de un rey que es súbdito. Y más aún: es de los últimos, de aquellos que nunca tendrían la categoría de ciudadanos.

Es el rey que tiene hambre, que está desnudo, prisionero, enfermo, el rey que es extranjero en una tierra que no es suya, que ni siquiera puede acceder a un vaso de agua… El rey que no tiene ningún poder, ninguna visibilidad, que es totalmente dependiente. Sin cetro ni corona. El monarca mísero ante quien se vuelve el rostro.

Y el juicio de ese rey nace de una misericordia de misericordiosos, de una cercanía de ropa y de comida y de vaso y de lecho sufriente y de rejas y de vallas tristes e injustas y de pequeños gestos que alegran a los ángeles que miman a tantos reyes míseros de este mundo.

Rey de reyes, rey vasallo, fragilidad hermosa de un poder débil que nos hace, si queremos, ciudadanos de ese Reino.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Dios nos Quiere con Nuestra Vida Desplegada...


Escrito por Mariola Lopez -RSCJ-

"A uno le dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno según se capacidad; y se ausentó"...¿Qué hay detrás de esta historia que Jesús nos cuenta, sabiendo que quiere abrir en nosotros una brecha por donde pueda entrar el Reino? ¿Dónde esconde su perla?

Unos talentos repartidos con generosidad y libertad, a cada uno según puede acoger. Los que más tienen negocian y el que menos tiene lo esconde. Hasta aquí uno se siente inclinado a comprender al tercero, si él tenía menos ¿cómo iba a arriesgarse en invertir para perderlo?

Vuelve el señor que les encomendó lo suyo, los va recibiendo uno a uno, alaba su bondad y su fidelidad y les confía algo mayor, haciéndoles una invitación sorprendente: "entra en el gozo de tu señor". Les convida a entrar, a participar de aquello que es su alegría: ver desplegada la vida de los que ama. Su gozo es dejar en nuestras manos la posibilidad de multiplicarla, de ahondarla, de hacerla fecunda.

¿Qué le pasó al tercero? ¿Por qué no arriesgo? ¿Por qué no se atrevió a negociar con su talento? Por la imagen exigente y estrecha que tenía de su señor. Le creía un hombre duro que le iba a pedir cuentas, y tuvo miedo. Y por este miedo a equivocarse escondió el talento y frustró su vida. El amo de la parábola le reprende duramente al final porque le duele, le apena que se haya fiado tan poco. ¿No le había regalado él el talento? ¿Por qué no apostó? ¿Por qué no confío? Tuvo miedo de perderlo y es que no sabía que ese talento, por venir de la mano de tal señor, no puede si no producir.

Creo que Jesús, con esta parábola, quiere abrirnos los ojos y el corazón ante el Dios Bueno y Fiel que ama hasta el fondo el talento que nos confía. Como si quisiera decirnos, "por favor, no piensen estrechamente de Él, no guarden su vida por miedo a equivocarse, no la pongan a seguro, no la escondan...sino, al contrario, pónganla en juego, aprendan de los errores, inviertanla, vivan con anchura, disfruten la vida...Negocien la alegría, el perdón, el trabajo, la amistad...porque no es otra cosa ese talento regalado que el de la existencia única y original de cada uno, puesta en pie".

Dios nos quiere con nuestra vida desplegada. Cinco, dos, uno...no importa, lo único imprescindible es ponerlos confiadamente a circular. Cada uno de nosotros somos su mejor talento. El que retiene pierde, el que entrega gana. Jesús intentará decirnos esto de muchas maneras y para ello invertirá los talentos de Su amor hasta el extremo...

domingo, 9 de noviembre de 2014

Cultura del Encuentro: Ultima reflexión del P. Diego Fares, en Radio María...

Ultima reflexión del P. Diego Fares, en Radio María

Para acceder a escuchar hacer clik:

Los enfermos, Epifanías del Misterio Pascual...


Escrito por José María Vallarino, de su libro: Los enfermos, epifanías del Misterio Pascual.

Muchas personas son llamadas a sufrir. Creo que esta gente, como los anawin, los pobres del pueblo de Israel (en el Antiguo Testamento), son especialmente amados por Dios, pues los ha llamado a caminar hacia Él por una senda particularmente estrecha, el camino del Calvario, el mismo que recorrió su Hijo.

No tengo respuesta al eterno “¿por qué? del sufrimiento, pero estoy convencido de que, aunque en el momento, pero estoy convencido de que, aunque en el momento que estoy frente a una persona sufriendo no lo vea, jamás carece sentido. Descifrar ese sentido entra en el ámbito del misterio; ámbito en el cual me siento a gusto porque las cosas verdaderamente importante de la vida le pertenecen.

Hay quienes son claramente purificados, fortalecidos y ahondados por el sufrimiento. Otros quedan simplemente rotos, deshumanizados, destrozados, resentidos. Esta es la causa de que muchos pierdan la fe. Sé que el sufrimiento es piedra de escándalo, “de tropiezo” para muchos inteligentes. ¿Cómo puede permitir que esto suceda?

Mi única respuesta es el misterio pascual de Cristo. Un Dios Amor que se revela como Palabra encarnada para compartir la suerte de su creatura, cargar sobre sí las consecuencias del pecado, la disgregación que produce el pecado. Palabra que se hace sonoramente silencio en la Cruz. Cruz que se manifiesta al hombre un Dios que muere con los brazos extendidos para poder abrazar así, en compasión solidaria, a todo doliente. Dios que se hace totalmente vulnerable para comprometerse con su creatura, haciéndose compañero de camino hasta el banquete de la vida plena.

Hace mucho que renuncie a preguntarme el “por qué” del sufrimiento, es una pregunta y un planteo que no lleva a ninguna parte. Ahora vivo instalado en el ojo de ese huracán teológico, moviéndome en la oscuridad, acostumbrado. Sé cada vez menos; pero lo que sé, lo sé más profundamente, en lo más hondo de mí, donde vive mi fe. ¿Cuál es el mensaje de este “ojo de huracán”? Creo que es este: el sufrimiento  está, del mimo modo que la vida; es un hecho. Más importante que preguntarse “¿por qué?” será adentrase en el sufrimiento; estar junto a los que sufren…

sábado, 1 de noviembre de 2014

"UN AMOR MÁS FUERTE QUE LA MUERTE..."

Fuente: CEP -Centro de Espiritualidad y Pastoral, Venezuela-

Este domingo conmemoramos a todos los que han celebrado "Su PASCUA"...

Ante la pérdida de un ser querido se nos encoge el alma, al tiempo que se nos impone la más cruda y radical verdad: que no podemos atrapar la vida porque no nos pertenece. Somos un préstamo muy especial de Dios.  Por eso un día u otro emprendemos el viaje de regreso a Dios para estar junto al que encendió la chispa de nuestra existencia para no apagarse jamás.

Somos de Dios. Somos hechuras de sus manos. Somos de su exclusiva propiedad. “Al morir, sólo nos quita lo que antes nos había prestado, con el solo fin de guardarlo en un lugar más inmune y seguro y para enriquecernos con unos bienes que superan nuestros deseos” (S. Luis Gonzaga).

La desaparición física nos separa de nuestros seres queridos. Pero “esta separación no será muy larga; volveremos a encontrarnos en el cielo, y todos juntos, unidos a nuestro Salvador, lo alabaremos con toda la fuerza de nuestro espíritu y cantaremos eternamente sus misericordias, gozando de una fidelidad sin fin” (S. Luis Gonzaga). 

Aunque el silencio muerda y no haya sosiego alguno. Aunque el dolor queme y la pena embargue, no llegues a “menospreciar esta infinita bondad de Dios, que es lo que harías si lloraras como muerto al que vive en la presencia de Dios y que con su intercesión, puede ayudarte en tus asuntos mucho más que cuando vivía en este mundo” (S. Luis Gonzaga).

El amor que Cristo nos enseñó a tener por las personas, y cuánto más por nuestros seres queridos, nos da la certeza de haber pasado de la muerte a la vida anticipadamente. Porque, cuando el dolor toca a nuestra puerta y no sucumbimos a la tristeza, sino que surge tenue de las entrañas aquella paz que sana el alma, ya estamos ante un amor que no puede morir, vive para siempre.

Que nunca nos falte la disposición para acompañar a quienes no encuentran sanar el dolor por sus difuntos. Y que todos nos acerquemos confiados al Señor de la Cruz para que Él despierte y arraigue nuestra esperanza. 

MOMENTO CONTEMPLATIVO:

Te invito  terminar rezando con este poema anónimo, para dar gracias por tanto bien recibido, de aquellos que han sido y siguen siendo parte de tu historia...

Puedes llorar porque se ha ido,
o puedes sonreír porque ha vivido.

Puedes cerrar los ojos
y rezar para que vuelva,
o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado.

Tu corazón puede estar vacío porque no la puedes ver,
o puede estar lleno del amor que compartiste.

Puedes darle la espalda al mañana y quedarte en el pasado,
o puedes alegrarte por el mañana, que es gracias al pasado.

Puedes recordarla solo en cuanto que se ha ido,
o puedes atesorar su memoria para que ésta siga viva.

Puedes llorar, cerrar tu mente,
sentir el vacío y dar la espalda,
o puedes hacer lo que a ella le gustaría:
sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.