sábado, 13 de julio de 2024

Jesús imagina a los suyos como caminantes. Nunca instalados. Siempre de camino.

Autor desconocido

Jesús no envía a sus discípulos de cualquier manera. Para colaborar en su proyecto del reino de Dios y prolongar su misión es necesario cuidar un estilo de vida. 

Si no es así, podrán hacer muchas cosas, pero no introducirán en el mundo su espíritu. Marcos nos recuerda algunas recomendaciones de Jesús. Nos presenta cómo Jesús escoge a los doce y los envía a predicar de dos en dos. 

Es una forma nueva de hablar de Dios y la expresión mínima de una representación comunitaria, donde la paz se ha de expresar con obras y palabras. 

En la experiencia de los apóstoles se nos comparten los pasos para vivir la vocación apostólica: de la dispersión al seguimiento; del seguimiento a la comunión de vida con Jesús; de la comunión con Él a la misión. Hoy Jesús asocia sus discípulos plenamente a su misión, haciendo partícipes de su vida y de lo que Él anuncia. 

Llevarán solo «bastón» y «sandalias». Jesús imagina a los suyos como caminantes. Nunca instalados. Siempre de camino. No atados a nada ni a nadie. Solo con lo imprescindible. Con esa agilidad que tenía Jesús para hacerse presente allí donde alguien lo necesitaba. El báculo de Jesús no es para mandar, sino para caminar. Todo un reto; también para nuestros días...

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