sábado, 15 de diciembre de 2012

«¿Qué tenemos que hacer? SONREIR...


Fuente: Catholic.net

El periodista español José Luis Martín Descalzo, en una de sus obras llamada "Razones para la alegría", escribe: "Si yo tuviera que pedirle a Dios un don, un solo don, un regalo celeste, le pediría, creo que sin dudarlo, que me concediera el supremo arte de la sonrisa. Es lo que más envidio en algunas personas. Es, me parece, la cima de las expresiones humanas... La gente que ama mucho, sonríe fácilmente. Un amargado jamás sabrá sonreír. Y menos un orgulloso".

La sonrisa y la alegría van siempre de la mano. Es más, la sonrisa es como la más bella y dulce emanación de un alma alegre y serena. Es un regalo maravilloso que se ofrece gratuita y generosamente a los demás, y que brota, precisamente, del amor y de la paz. En una ocasión, un grupo de profesores norteamericanos se encontraba en Calcuta visitando las obras de la Madre Teresa. Y, después de recorrer la "Casa del moribundo abandonado" en Kalighat, uno de ellos le pidió que les dijese algo que se pudiesen llevar como recuerdo de aquella visita y, al mismo tiempo, que les pudiese servir para la vida. Y la Madre Teresa les dijo simplemente esto: "¡Sonríanse unos a otros!". 

Y es que la sonrisa -como dice Federico Faber- "no cuesta nada y produce mucho; no empobrece a quien la da y enriquece a quien la recibe; no dura más que un instante y su recuerdo perdura eternamente. Nadie es tan rico que pueda vivir sin ella, y nadie tan pobre que no la merezca".

La sonrisa es, muchas veces, el mejor acto de caridad y de cariño que podemos ofrecer a una persona. ¡Y cuánto nos lo agradecen los demás cuando ésta es sincera y brota de veras del corazón! Yo he tenido esta experiencia en muchísimas ocasiones. Y, además, abre y conquista a las almas.

Entonces, ¿Que tenemos hacer?... SONREÍR...

Si queremos hacer algo por los demás, comencemos por aquí. Regalemos a nuestro prójimo una hermosa y sincera sonrisa siempre que podamos, a todos sin excepción y en todas las circunstancias. También a aquellos que no nos simpatizan o tal vez nos han herido o hecho algún mal. También cuando estemos cansados o totalmente agotados. Este gesto tan sencillo, de verdadera alegría y de amor, puede ser también un hermoso regalo de Navidad. ¡Sonríe, descubre a los demás cuánto los ama Dios!...

1 comentario:

  1. un gran filosofo,practico,y simple dijo una vez
    el dia que muera quiero que me velen,sonriendo que se vean mis dientes,y mi ultima sonrisa en vida y que me dejen un ojo abierto,para ver quien viene al velorio de tantos amigos que yo creia que tenia .
    entonces me dare cuenta que mi mejor amigo,y yo no sabia era nada menos que DIOS --------------------AMEN--------------------------

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