Escrito por Dolores Aleixandre . RSCJ
La afirmación de Jesús ante el gesto de la mujer que unge su cabeza en vísperas de su pasión es rotunda: «¡Déjenla! Ha hecho una obra bella conmigo (“bello” y “bueno” equivalen en griego ).
Para él, la acción de la mujer no era sólo un ejemplo de generosidad o de bondad sino de belleza y así se va a recordar «allí donde se anuncie la buena noticia» (Mc 14,3-9).
La belleza de su gesto está en su decisión de ofrecer, entregar, derramar…
Todo lo contrario al instinto de guardar, retener, reservar para sí.
Jesús encuentra bella la acción excesiva, desbordante y carente de medida de la mujer, tan parecida a su manera de amar.
Por eso le brinda el juramento
solemne de que su gesto, nacido de la gratuidad del amor, va a convertirse en
una profecía viva de la que todos podrán aprender.
…………….
INVITACION para AHONDAR, REZAR, CONTEMPLAR...
-Junto mis manos y las cierro haciéndome consciente de qué es aquello a lo que en este momento me aferro, lo que defiendo, lo que no estoy dispuesto a compartir.
-Imagino que Jesús dice de mí estas palabras: “Has hecho algo precioso por mí”. Y si eso me llega dentro hasta tocar mi alegría, voy abriendo lentamente mis manos experimentando la libertad de soltar y de entregar…
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