Una historia que nos hace pensar mucho sobre los valores que se nos invitan a gestar en nuestro entorno cotidiano...
La tome del Facebook, de un sacerdote, que con humildad comparte este "acontecimiento de Gracia" en un día cualquiera...
- “… padre, ¿puede parar un ratito?...”.
- “… sí, esperá que bajo de la bici… ¡hola!, soy el padre Gustavo...”.
- “… sí, mis nenas me hablan siempre de usted… lo quieren mucho…”.
- “… ah, estas mocosas tan inquietas son tuyas… ¡son muy buenas!…”.
- “… sí, lo son… pero, yo tengo que ser mejor y trabajar más… vió, ellas están creciendo…”.
- “… son muy educadas, ¡te felicito!... se lo dije un día a tu señora… siempre saludan con una sonrisa… y siempre dan las gracias…”.
- “… ¡y también, padre!… si cada vez que usted pasa les deja algo… la más grande me está enseñando a rezar el Padrenuestro con el librito que usted le trajo… yo soy medio bruto… estoy todo el día en la calle…”.
- “… ¿cómo te llamás?...”.
- “… Daniel… yo me llamo Daniel, padre…”.
- “… bien Daniel, ¿en qué te puedo ayudar?...”.
- “… ¿no se va a ofender, padre?… yo soy cartonero en Capital… y de una Clínica siempre me ayudan… tengo un bolsón de pañales para abuelos… vió, y yo estas cosas no las vendo, hay gente que las necesita… y es deshonesto vendarlas porque a mí me las regalan… cuando tenga cosas así, ¿se las puedo dar a usted así las da?... ¿no se ofende?...”.
- “… pero, hombre… ¿cómo querés que me ofenda?... ya a ser un gusto…”.
- “… gracias, padre… nosotros somos pobres, usted conoce nuestro ranchito… pero tratamos de enseñarles a nuestras nenas que sean buenas… y si uno no es bueno, de nada sirven las palabras…”.
- “… Daniel, qué lindo lo que me decís… me da mucha alegría ver que tenés tan claras las cosas… ¡venga un abrazo!...”.
- “… ¡pero estoy todo sucio y con olor a basura!…”.
- “… quedate tranquilo que yo estoy más sucio que vos, pero no se nota…”.
Fue hoy, miércoles 11 de diciembre de 2013, a las 19.30hs, saliendo de Bístrica en Tolstoi y Uspallata. La sencillez, humildad y honestidad de Daniel me reconfortaron. Las nenas son cuatro, y realmente son buenas. Se trata de ser buenos nomás. Y sin vueltas. Y sin excusas. Y sin vueltos.
- “… padre, tomá… lo manda mamá… dice que lo tomés porque hace calor…”.
Son los pobres, los que no se quieren quedar con mucho porque saben que en medio de las pobrezas está la riqueza verdadera: (en palabras de Daniel) ser buen@.
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