Escrito por Éloi Leclerc, de su libro: El Reino escondido
"El Reino no es otra cosa que esta nueva y maravillosa presencia de Dios, que se ofrece al hombre y le abre las puertas de un futuro inesperado.
Y es precisamente esto lo que hace que las multitudes corran hacia Jesús, porque han sentido que a través de este hombre «Dios ha visitado a su pueblo» de una manera excepcional. Los pequeños, los despreciados, los pobres, tienen un especial olfato para percibir esto. Es verdad que en el mundo sigue siendo invierno, pero la primavera ha estallado ya en el corazón de los pobres.
Al anunciar así el Reino de Dios a partir de lo que él vive en plenitud, Jesús tiene conciencia del papel único que desempeña su presencia. El Reino está vinculado al misterio de su ser y no puede ser acogido sin acogerle a él, sin creer que a través de su persona Dios se revela y se comunica de una manera definitiva. Él es quien trae a Dios absolutamente; por tanto, rechazarle a él es rechazar también el don de Dios. Y de esta conciencia no extrae él ningún motivo de orgullo; al contrario, su humildad es enorme.
¿Cómo no va a ser humilde cuando, en la comunicación de Dios de la que es objeto, tiene la revelación inmediata e inefable de la humildad divina? Por otra parte, Jesús percibe perfectamente la desproporción que existe entre la grandeza de su misión y la humilde apariencia humana de su persona".
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