Falta poquito para la Navidad, y es bueno que
vayamos preparando, no sólo el lugar, qué vamos a comer, a quiénes vamos a
invitar, qué regalos vamos a hacer este año, etcétera, etcétera, sino que
en ese “preparar” incluyamos sobre todo el corazón. Podemos adelantar
un poco los sentimientos que nos visitarán en la Nochebuena.
Porque en la Nochebuena saldrán a la luz nuestros
recuerdos lindos de infancia y el recuerdo de los que ya no estarán. Nuestras
ganas de ser más buenos y la pena de ser siempre los mismos egoístas. El
cariño de los que nos queremos y se notarán los vínculos que permitimos
que durante el año hayan quedado sin resolverse, sin hablarse, sin reconciliarse,
en discordia.
El deseo de tener a Dios en el corazón y la tristeza
de no habernos preparado mejor.
Fiesta de familia
Navidad es fiesta de familia. Podríamos decir
que la mesa del altar, del templo, se traslada o se prolonga en la mesa del
hogar. Navidad se celebra en familia.
Una Navidad sin rostros, sin mesa que se
agranda, sin capacidad para dar cabida a los que normalmente no están, sin
olvido de las ofensas, sin deseos de mejorar nuestros vínculos, de suavizar
nuestras contradicciones, no sería Navidad.
Es exigencia de Navidad “crear calidez dentro
de nuestras casas, y para eso tiene que haber olor a comida, cierto desorden
que acuse que ahí hay vida.
Ser pesebre
Se puede pensar en el pesebre como una disposición
del corazón.
El pesebre no posee riquezas, no ostenta, no agobia.
No tiene puertas, ni llaves, ni claves, ni contraseñas. No exige requisitos.
Sólo está ahí, a disposición de quien necesite
alojarse, refugiarse o hacer un alto en el camino.
Ser pesebre en el camino de alguien. Alojar sin
preguntar, sin esperar nada, sin juzgar. Alojar y dejar ir. Ofrecer el
agua que alivia. O las palabras justas. O un abrazo en silencio.
Porque todos en algún momento de nuestro camino
hemos necesitado un pesebre.
Porque ser pesebre es una oportunidad de sentirnos
cerca. De recuperar el sentido en un mundo sin sentido. De volver a sentirnos
seres humanos.
¡Feliz Nochebuena!
¡Muy feliz Navidad!

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